miércoles, 22 de febrero de 2012

El Leviatán ¿Monstruo creado por Dios?

 “Esa serpiente sinuosa… el dragón que se encuentra en el mar”. Así era Leviatán, la bestia más tremenda y espectacular de entre las bestias de Dios, descrita en el Libro de Isaías.
  El Leviatán –vocablo proveniente del nombre hebreo clásico Livyatan– era un monstruo bíblico que vivía en el mar. Es mencionado en el Antiguo Testamento: Salmo 74:13-14, Job 41 e Isaías 27:1). La palabra “leviatán” suele ser considerada sinónima de cualquier monstruo o criatura acuática de gran tamaño. En hebreo moderno, significa simplemente "ballena".
   La palabra "Leviatán" aparece seis veces en la Biblia; también se menciona en el Génesis 1:21: "Dios creó un gran monstruo del mar llamado Taninim". Este nombre puede ser traducido como un monstruo del mar, un cocodrilo o una serpiente gigante. Interpretaciones del Génesis aducen que Dios creó un Leviatán masculino y otro femenino, luego mató a la hembra, la saló y se la ofreció en alimento a los justos, porque si el Leviatán se procreara el mundo no podría más que someterse ante él.
  El Leviatán era un pez monstruoso creado durante el quinto día de la Génesis divina. Su historia se relaciona bastante con el “Bathra 74b” del Talmud, donde se dice que el Leviatán será muerto y su carne será servida como banquete a los justos en los tiempos que vendrán, y que su piel se utilizará para cubrir la tienda donde ocurrirá el banquete.

  Además, el Leviatán se puede interpretar también como el mar mismo. Algunos eruditos lo han entendido como una referencia bíblica metafórica de los temibles animales marinos que aterrorizaron el reino de Israel. Otros comparan la mención a Tiamat y a otros monstruos similares que representaron al mar como enemigo a los Dioses, en mitos de culturas cercanas.

   La interpretación cristiana del Leviatán lo considera a menudo como un demonio o un monstruo natural asociado a Satán o al diablo. Como algunos han sostenido, es el mismo monstruo que Rahab, término empleado varias veces en el Antiguo Testamento para designar un poder malvado del Caos (Isaías 51:9).

  Por eso, se ha creído que el Leviatán bíblico representa las fuerzas pre-existentes al caos. El Salmo 74:13-14 dice: "eras Tú quien movió el mar con su fuerza, y rompió las cabezas de los monstruos en las aguas; eras Tú quién mató al Leviatán, y lo sirvió como alimento para las criaturas de la Tierra". Y en Génesis 1:2 leemos que “la tierra era vacía y no tenía forma, la oscuridad cubría toda la superficie y entonces el espíritu de Dios emergió desde la profundidades del mar”.

  Según las escrituras del Padre Sebastián Michaelis, Balberith –demonio que, se dice, poseyó a la Hermana Madeleine– le dijo al sacerdote no sólo quiénes eran los otros demonios que poseían a la monja, sino también cuáles eran los santos especiales que servirían para oponerse a ellos. Leviatán fue uno de los demonios nombrados por Balberith. Dijo, además, que su adversario era San Pedro.

  Para Santo Tomas de Aquino, Leviatán es el demonio de la envidia y el primer diablo destinado a castigar a los pecadores correspondientes.

  Sus más de 300 incandescentes ojos iluminaban los mares lejanos y los cielos con su brillo radiante. El vapor hirviente salía disparado de sus llameantes orificios nasales, y brillantes lenguas de fuego bailaban procedentes de sus enormes fauces.

  Ninguna herramienta mortal podía penetrar la armadura reluciente de sus escamas de Leviatán, ningún ser vivo en la tierra podía oponerse a su poder, y nada podía prender una chispa de miedo en su firme e indestructible corazón. Los dragones de interminable longitud eran devorados como ratones, y las aguas del río Jordán se vaciaban en sus fauces carnívoras, rebosantes de dientes de aterradora magnitud y cantidad. Tras su paso por el océano, las olas relumbraban como lentejuelas de escarcha fosforescente, y todo el mundo se maravilla ante el asombroso Leviatán.

  La descripción bíblica de Leviatán, y muchas ilustraciones basadas en la misma, recuerdan verdaderamente a varias criaturas alargadas, con forma de reptil y misteriosas, observadas por testigos oculares fiables en muchas localidades marinas. Se recuerda en concreto a un supuesto reptil marino con forma de dragón que hace tiempo que se extinguió, conocido con el nombre de mosauro. ¿Es posible que una especie de mosauro no descubierta en nuestro tiempo sea la explicación?

  Otro enigma zoológico de la Biblia, íntimamente relacionado con Leviatán, es Behemot. Aunque tradicionalmente se considera a Leviatán único y macho, de acuerdo con el Libro de Enoch en los textos apócrifos, es hembra, y su homólogo masculino es Behemot, que habita un inconmensurable desierto llamado Dedain – donde permanecerá hasta el Día del Juicio, donde finalmente se le dará muerte.

  Pero, ¿qué es Behemot? Se dice que medía 11 km de largo, esta criatura no identificada aparece descrita con gran detalle en el Antiguo Testamento, en el Libro de Job: “Presta atención a Behemot: se alimenta de hierba como el buey. Mira qué fuerza en sus riñones, qué vigor en los músculos de su vientre. Endereza su cola como un cedro, se entrelazan los nervios de sus muslos. Sus huesos son tubos de bronce; sus cartílagos, barras de hierro. Es la primera de las obras de Dios, quien lo hizo rey de sus compañeros. Le pagan tributo las montañas y todas las fieras que en ellas retozan. Debajo de los lotos se revuelca, en la espesura de cañas y de juncos. Le cubren los lotos con su sombra, le rodean los sauces del torrente. Aunque el río anegue, no se asusta; quieto está aunque un Jordán le llegue al hocico. ¿Quién podrá apresarlo por los ojos o  taladrarle la nariz con una estaca?” Libro de Job (XL,15-24)

  El Profesor Roy Mackal, biólogo americano, ha afirmado rotundamente que, en su opinión, Behemot podría ser una especie desconocida del dinosaurio vivo del cuello largo, similar al Diplodocus y al Apatosaurus.

¿Podría ser la misma criatura un dragón del pasado que un dinosaurio del futuro?
  El Leviatán junto a otras criaturas de la mitología, van hacer unas de los más grandes misterios de la vida.
 
Asi luce el mas o menos el Leviatán Femenino

Y asi luce mas o menos el Leviatán masculino llamado "Behemot"

3 comentarios:

  1. Hola, le contesto ya que no estoy deacuerdo con usted ya que Job 40:15-24 (nueva reina-valera)no menciona. A behemot. Solo se menciona a principio del versiculo(15) que es un hipopótamoy que lo compara con un buey. Osea que el hipopótamo come lo mismo que el buey. No veo otra interpretacion del versiculo acerca de si el el leviatan o no. No es mi punto de vista, es lo que dice la biblia

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Buenas tardes, deacuerdo a ciertas revisiones entre teólogos y científicos es que al parecer hubo un error de traducción de reyna Valera, ya que alguien coloco al hipopótamo como ejemplo hervivoro, muchos críticos de la lectura insitan a que ese verso se refiere a la existencia de los dinosaurios, pero en concreto no hay ningún fundamento, no concuerdo con la idea de los dinosaurios ni del hipopótamo ya que podría tratarse de un siervo, tampoco podría yo decir que es mi conclusión, pero la mala traducción de reyna Valera, podría crear confusión.

      Eliminar
  2. Pero el hipopotamo no come pasto en los montes, y su cola es insignificante. Calzaría mejor alguna especie de búfalo de gran tamaño.

    ResponderEliminar